Seguridad y apoyo
La seguridad da nombre al segundo escalón de la pirámide de Maslow que establece la jerarquía de las necesidades humanas, siendo el primero las necesidades fisiológicas. Como tal, la seguridad implica un sentimiento de falta de riesgo y de confianza, incluye la seguridad física (no tener riesgo vitales ni de daño), recursos (tener para comer, empleo,...), moral, familiar, de propiedad privada y de salud. En una relación, la confianza en la otra persona y la seguridad en general determinarán el futuro de la misma, ya que sin ellas es fácil que la pareja termine rompiéndose pronto. Aunque las definiciones y los aspectos de la seguridad pueden variar, lo realmente fundamental es llegar a un acuerdo sobre el tema.
Para aumentar la seguridad en la pareja hay muchas formas, aquí vamos a citar 3. La primera es una comunicación efectiva, como hemos establecido en anteriormente, porque mediante el diálogo conocemos a nuestra pareja y nos damos a conocer.
Apoyarse emocionalmente sería la segunda forma por ser un factor importante en la seguridad de una relación. Llegar a conocer el estado de ánimo de nuestra pareja, y que conozca el nuestro, es básico para poder darse apoyo mutuo. Después hay que aprender a dar el apoyo emocional apropiado, en el momento adecuado. Trabajar la mejora en estas dos fases y lograr el apoyo emocional es fundamental para que la confianza y la seguridad mutuas de la pareja crezcan. El apoyo emocional puede ser tan simple como dar espacio a la pareja cuando lo necesita, o aceptar las diferencias como naturales entre dos personas diferentes.
Por último, entender a la pareja, aunque nos pueda parecer difícil, de hecho muchas veces el problema es que no se entienden. Pero quizás sea la parte más importante, donde si hay que realizar el mayor esfuerzo, ya que es fundamental entender las motivaciones, los sentimientos y los pensamientos de la pareja, que previamente hemos conocido mediante el diálogo, mediante un esfuerzo de empatía. Algunas veces, nuestras experiencias anteriores son un lastre del que tenemos que librarnos, para poder entrar en la pareja con la mente abierta para el diálogo.
La necesidad de seguridad empieza por la seguridad física, es decir, la de no ser herido/a físicamente, en caso de la convivencia de pareja se convierte en que no haya riesgos de daños por parte de la pareja, poder hacer o decir las cosas sin miedo. Esto implica, por supuesto, no hacer ni recibir malos tratos, lo cual irá en contra de una pareja igualitaria y es motivo de ruptura inmediata. Pero no sólo la seguridad física es no pegar o no ser pegado/a, también la violencia psicológica termina con la seguridad de la persona que la sufre y es imprescindible evitarla, rompiendo la relación si se considera necesario. A esto le añadiría la seguridad en cuanto a la protección mutua de daños físicos del exterior, es decir, cada persona en la pareja ayuda a la otra en la protección de su seguridad física, por ejemplo no conduciendo cuando bebemos alcohol ni dejando a nuestra pareja que lo haga.
La seguridad en los recursos, que haya de comer, que haya trabajo, que tengamos donde dormir, es algo para que la pareja hable y decida que corresponde a cada persona aportar a la pareja según sus capacidades y posibilidades, por lo que lo dejaremos a vuestro diálogo interno.
Apoyar las metas y sueños de nuestra pareja es otra forma de conseguir crear confianza entre ambas personas. Igual que gusta que nos ayuden, debemos pensar que a la otra persona le gustará. Llegar a un acuerdo para, por ejemplo, que durante un tiempo determinado se deje de trabajar para estudiar, apoyándose financieramente en la otra persona, sería una forma de mostrar ese apoyo, aunque habría que delimitarlo muy bien para que no termine siendo un aprovechamiento.
Para aumentar la seguridad en la pareja hay muchas formas, aquí vamos a citar 3. La primera es una comunicación efectiva, como hemos establecido en anteriormente, porque mediante el diálogo conocemos a nuestra pareja y nos damos a conocer.
Apoyarse emocionalmente sería la segunda forma por ser un factor importante en la seguridad de una relación. Llegar a conocer el estado de ánimo de nuestra pareja, y que conozca el nuestro, es básico para poder darse apoyo mutuo. Después hay que aprender a dar el apoyo emocional apropiado, en el momento adecuado. Trabajar la mejora en estas dos fases y lograr el apoyo emocional es fundamental para que la confianza y la seguridad mutuas de la pareja crezcan. El apoyo emocional puede ser tan simple como dar espacio a la pareja cuando lo necesita, o aceptar las diferencias como naturales entre dos personas diferentes.
Por último, entender a la pareja, aunque nos pueda parecer difícil, de hecho muchas veces el problema es que no se entienden. Pero quizás sea la parte más importante, donde si hay que realizar el mayor esfuerzo, ya que es fundamental entender las motivaciones, los sentimientos y los pensamientos de la pareja, que previamente hemos conocido mediante el diálogo, mediante un esfuerzo de empatía. Algunas veces, nuestras experiencias anteriores son un lastre del que tenemos que librarnos, para poder entrar en la pareja con la mente abierta para el diálogo.
La necesidad de seguridad empieza por la seguridad física, es decir, la de no ser herido/a físicamente, en caso de la convivencia de pareja se convierte en que no haya riesgos de daños por parte de la pareja, poder hacer o decir las cosas sin miedo. Esto implica, por supuesto, no hacer ni recibir malos tratos, lo cual irá en contra de una pareja igualitaria y es motivo de ruptura inmediata. Pero no sólo la seguridad física es no pegar o no ser pegado/a, también la violencia psicológica termina con la seguridad de la persona que la sufre y es imprescindible evitarla, rompiendo la relación si se considera necesario. A esto le añadiría la seguridad en cuanto a la protección mutua de daños físicos del exterior, es decir, cada persona en la pareja ayuda a la otra en la protección de su seguridad física, por ejemplo no conduciendo cuando bebemos alcohol ni dejando a nuestra pareja que lo haga.
La seguridad en los recursos, que haya de comer, que haya trabajo, que tengamos donde dormir, es algo para que la pareja hable y decida que corresponde a cada persona aportar a la pareja según sus capacidades y posibilidades, por lo que lo dejaremos a vuestro diálogo interno.
Apoyar las metas y sueños de nuestra pareja es otra forma de conseguir crear confianza entre ambas personas. Igual que gusta que nos ayuden, debemos pensar que a la otra persona le gustará. Llegar a un acuerdo para, por ejemplo, que durante un tiempo determinado se deje de trabajar para estudiar, apoyándose financieramente en la otra persona, sería una forma de mostrar ese apoyo, aunque habría que delimitarlo muy bien para que no termine siendo un aprovechamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se eliminarán los comentarios ofensivos