Responsabilidad:
La responsabilidad es un valor que está en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano de lo moral. Una vez que pasa al plano ético, se establece la magnitud de dichas acciones y de cómo afrontarlas de la manera más positiva e integral. La persona responsable es aquella que actúa conscientemente siendo ella la causa directa o indirecta de un hecho ocurrido. También es el quien cumple con sus obligaciones o que pone cuidado y atención en lo que hace o decide.
En pareja, tenemos responsabilidades ante nuestra pareja y ante nosotros/as mismos/as. Puede ocurrir que tengamos tanta preocupación por las necesidades de nuestra pareja que nos olvidamos de cuidarnos o puede que nos preocupemos demasiado por las nuestras propias olvidando de las de nuestra pareja. Conocer nuestras responsabilidades puede ayudarnos a generar relaciones con nuestra pareja respetuosas, justas y saludables.
¿Cuáles son nuestras responsabilidades? Al convivir en pareja adquirimos una serie de responsabilidades que podemos resumir en:
En pareja, tenemos responsabilidades ante nuestra pareja y ante nosotros/as mismos/as. Puede ocurrir que tengamos tanta preocupación por las necesidades de nuestra pareja que nos olvidamos de cuidarnos o puede que nos preocupemos demasiado por las nuestras propias olvidando de las de nuestra pareja. Conocer nuestras responsabilidades puede ayudarnos a generar relaciones con nuestra pareja respetuosas, justas y saludables.
¿Cuáles son nuestras responsabilidades? Al convivir en pareja adquirimos una serie de responsabilidades que podemos resumir en:
- Escuchar y ser escuchados. Como indicamos antes, el dialogo es necesario en la pareja, por tanto es la responsabilidad de las dos personas que conforman una pareja participar de él.
- Honestidad mutua. Debemos tener y exigir sinceridad y honestidad con nuestra pareja sobre lo que hacemos, pensamos y sentimos.
- Compartir nuestros sentimientos y esperar que nuestra pareja comparta los suyos.
- Discrepar y aceptar discrepancias. Las parejas generalmente tienen diferentes deseos, opiniones e ideas. Tienen derecho a pensar de manera diferente y debe ser respetado
- Actuar con justicia y esperar ser tratados de la misma manera. Tratarse de igual a igual.
- Considerar las necesidades de nuestra pareja y viceversa. Las decisiones que afectan a la pareja en su totalidad deben tomarse de manera conjunta teniendo en cuenta el bienestar de las dos personas y siendo capaces de llegar a un acuerdo.
- Dar y recibir apoyo.
- Ayudar a nuestra pareja a sentirse bien consigo misma y esperar que haga lo mismo a cambio.
- Perdonar y ser perdonados.
- Que nuestra pareja utilice su dinero como guste y esperar lo mismo a cambio. Siempre teniendo en cuenta que las dos personas de la pareja deben aportar según sus posibilidades para la vida común.
- Tener en cuenta las necesidades de nuestra pareja de tener amistades y esperar lo mismo a cambio.
- Valorar la privacidad y la necesidad de pasar tiempo por separado de nuestra pareja y esperar lo mismo a cambio.
- Entender la necesidad de nuestra pareja de sentir seguridad y protección y esperar lo mismo a cambio.
- Respetar a nuestra pareja en las relaciones sexuales y esperar lo mismo a cambio.
Compartir la responsabilidad en los conflictos. Además de lo anterior, en toda pareja, por el simple hecho de estar formada por dos personas, debemos tomar en cuenta la responsabilidad compartida cuando haya problemas o conflictos internos.
De esta manera, para resolver las diferencias que surjan, hay todo un proceso en el que ambas personas deben tomar consciencia de su responsabilidad, en vez de tratar de "tener la razón" de o buscar la responsabilidad en la otra persona. Por supuesto esta actitud debe ser compartida, ya que si sólo uno de los miembros de la pareja acepta toda la responsabilidad puede que no se establezca una relación igualitaria.
En dicho proceso las discusiones son frecuentes, como parte de la resolución de la diferencia, por lo que es fundamental preguntarse ¿Cuál es mi parte de responsabilidad? ¿Qué pude haber hecho diferente para que esto no sucediera? ¿Qué puedo hacer ahora para evitar que el problema continúe? Con estas preguntas nos ayudamos comprender y aceptar nuestra responsabilidad, para usar inmediatamente el proceso de comunicación efectiva que anteriormente describimos, añadiendo que anulamos la comunicación defensiva.
Si pretendemos mostrar que nuestra pareja es culpable conseguiremos que, como cualquier persona acusada, se defienda, no sirviéndonos para nada en la resolución de la diferencia. Por tanto debemos establecer un diálogo donde se pueda expresar los sentimientos y motivaciones para que cada parte asuma su responsabilidad. Por mucho que sea más fácil culpar a otra persona de nuestros problemas, tenemos que ser conscientes de que todas nuestras acciones, como parte del sistema de dos personas que formamos, tienen influencia en la otra persona para, con ello, aprender a ser una pareja igualitaria.
Aunque solo se aprende a vivir en pareja haciéndolo, podemos establecer acciones que faciliten el camino. De esta manera, si cada miembro asume su parte de responsabilidad y trata de ver que puede hacer para solucionar la discrepancia, en lugar de esperar que lo haga su pareja, la relación saldrá fortalecida de la situación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se eliminarán los comentarios ofensivos