lunes, 16 de diciembre de 2013

3 Pareja igualitaria (primera parte)

Como el capítulo 3 está siendo bastante largo lo vamos a ir poniendo por partes, para que podáis revisarlo, antes de ponerlo completo.

Aunque el amor es el principio de la pareja y fundamental para que perdure, no es suficiente para que la pareja se mantenga en el tiempo. Para construir una pareja igualitaria hace falta, como complemento al amor, ser consciente de la responsabilidad de cada persona que conforma la relación y la comunicación abierta. También será importante el respeto mutuo y el propio, hay que jugar de forma justa ante un conflicto, tomar las decisiones financieras en conjunto y dar y obtener seguridad y apoyo. Empecemos por un esquema que resume los puntos que vamos a ver luego más detenidamente:

Traducido y adaptado de: Domestic Abuse Intervention Project

Respeto:

El respeto es la consideración de que una persona tiene un valor por sí misma y se establece como reciprocidad: respeto mutuo, reconocimiento mutuo. El respeto en las relaciones interpersonales comienza en la persona, en el reconocimiento de la misma como entidad única, tanto para si misma como para con las demás. Consiste en saber valorar los intereses y necesidades de otra persona tanto como los propios.

El respeto por la autonomía individual se sustenta esencialmente en el respeto de la capacidad que tienen las personas para su autodeterminación en relación con las determinadas opciones individuales de que disponen. Por tanto respetarse y respetar siempre conlleva la aceptación de las decisiones que tomamos o que toma nuestra pareja.

Para lograr una relación de pareja igualitaria, cada parte de la pareja debe respetar sus valores y compromisos, así como los de la otra persona, para el buen funcionamiento de la vida en común. Es necesario reconocer las necesidades propias así como se reconocen las de la otra persona y se intenta satisfacer las necesidades de ambas.

Otro punto importante es tener flexibilidad. El tiempo y las circunstancias nos cambian y, por tanto, es importante ser lo suficientemente flexibles para adaptarnos y evolucionar, lo cual no implica que cambies tus valores ni forma de pensar, sino que trates de compartirlos con la otra persona y alcanzar coincidencias.

De acuerdo con especialistas, para ser una buena pareja primero debes preocuparte de estar bien contigo mismo/a. Tienes que atender tus necesidades de todo tipo: espirituales, emocionales, físicas, mentales, y mejorar como ser humano todo lo que esté en tu mano, de esa manera es más sencillo lograr la igualdad en la relación. En una pareja igualitaria ambas personas tendrán esto en cuenta.

Será importante un apoyo mutuo incondicional. Esto significa una disposición total a apoyar todo lo que es bueno para tu pareja, tanto como lo haces con lo que es bueno para ti, lo cual implica desear y apoyar lo suficiente para que alcancen sus propios éxitos, en lo individual como respecto a la relación. Es vital comprender que cada uno vivirá diferentes ciclos y tiempos, llegando a un acuerdo en lo que implique a la pareja para que ese apoyo mutuo sea equitativo entre ambas personas.

También es parte del respeto que una persona no tenga que dejar su carrera laboral por atender la vida familiar, ya que siempre se puede intentar llegar a un acuerdo. Lo ideal es que la pareja tenga en cuenta las necesidades del trabajo de ambas personas y se intente conciliar la vida familiar y laboral. Los turnos, las horas extras y demás inconvenientes del trabajo deben solucionarse intentando en lo posible que se atiendan las necesidades y deseos de cada parte, por supuesto sin imposición alguna. La ley, actualmente, ayuda y protege para que la pareja pueda exigir a las empresas en las que trabajen horarios y turnos que permitan que puedan seguir trabajando cuando hay familiares que necesite cuidados ya sea hijos, hijas o parientes a cargo.

Son contrarios al respeto el control de gastos, relaciones sociales o pensamientos, el aislamiento con el objetivo de que la vida  de la pareja se centre únicamente en la persona, los celos, la denigración, actitudes desdeñosas y palabras hirientes, las humillaciones, ridiculizar, los actos de intimidación, la indiferencia ante las demandas afectivas y las amenazas. Estas actitudes son una falta total de respeto y además parte de la violencia psicológica, por tanto se deben evitar en una pareja igualitaria.

De todos esto hablaremos en el capítulo siguiente, sobre el respeto.

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